No se si es algo que me invento y no son los arquitectos o los ingenieros los que se mueven en el terreno para cambiar el punto de vista. En cualquier caso nos sirve como metáfora.
Cuando algo te mal y te quedas tirado en el sofá o en la cama, las cosas no van a cambiar. Has de moverte también para cambiar el punto de vista. Si haces cosas, cambiará tu perspectiva y la forma en que ves las cosas y se se supone que así avanzarás.
No es justo el punto de vista pero sí como hacer las cosas lo que también te cambia. Decía creo que Einstein que la locura es intentar obtener distintos resultados haciendo siempre las mismas cosas.
En cualquier caso, la receta para salir del pozo es perseverar, no perder la fe, seguir avanzando en el camino que sea para que cambie nuestra forma de ver las cosas y mente abierta.
Lo de avanzar para cambiar el punto de vista y la forma de ver las cosas es algo que se puede tomar como simbólico pero también como literal. Salir del lugar en el que estamos o de la ciudad nos puede dar nuevos aires y nuevas perspectivas.
Pero hay que recordar que todo está en nuestra cabeza. La parte psicológica es muy importante para salir de cualquier apuro o resolver cualquier situación que se nos enquista.
Recientemente he visto en Netflix la serie japonesa Alice in Borderland. Sin llegar a ser una gran serie y sin dar muchas explicaciones, es resultona. Trata de unos chicos que se ven envueltos en una realidad paralela en la que tienen que participar en unos juegos para luchar por su propia vida. Es una huida hacia delante constante, teniendo que lidiar con los juegos, con los oponentes, con las asociaciones de jugadores, con el buscar juegos para no perder los días de salvoconducto.
Quizás sea una alegoría del tiempo que nos ha tocado vivir, que todo es rápido, todo es para ya, lo queremos todo al momento y disponemos de información y servicios a golpe de clic.
Parece siempre duro para muchas personas vivir el tiempo en que viven y en otras épocas pasadas o posteriores hubieran vivido mejor y más felices. Cuando alguien destaca mucho en su campo se dice que es un adelantado a su época, pero quien sabe, igual alguno de ellos en esta época, con más distracciones hubiera tenido más papeletas para convertirse en un nini.
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