Benditas reuniones en la cafetería, que en esta época de pandemias y teletrabajo son virtuales, pero no se han perdido. Parece que esos chats multitudinarios tan de moda en los 80 están volviendo, por la fuerza, pero con ídem.
El caso es que seguimos hablando de todo un poco, para sacar a nuestras mentes de la rutina y esta vez todo lo empezó Jaime de Contabilidad, porque no se le ocurrió otra cosa que plantear:
¿Porqué SEPTiembre, OCTubre, NOViembre y DICiembre no son los meses, 7, 8, 9 y 10?
Estamos hablando de Jaime de Contabilidad, para el que los números tienen significado, pero el verbo Googlear no.
La respuesta de la dio nuestro «cuñao» particular en la empresa. Os voy a ir poco a poco presentando a todos. No es broma, a Carlos le llamamos «el cuñao». Estudió en su momento Humanidades, según él para tener cultura general. Después se hizo un Máster de periodismo (y alguno más), pero el periodismo fue su principal ocupación durante años. Empezó en la empresa en el departamento de Prensa y cuando le pusieron en las tareas de Documentación, que es a lo que se dedica ahora en la empresa se oyó un Ohhhhhh general, porque es lo que más le pega. Sabe de todo, nunca le pillas en un arrenuncio y suele ser tu hombre cuando necesitas saber información sobre algo. O te la da, o te dice donde encontrarla.
Una vez hechas las presentaciones, copio literalmente la respuesta que dio el cuñao, rápida y directa: «Sí, los meses llevan el orden correcto que le dieron los romanos, ya que empezaban el año en nuestro mes de Marzo». Punto. Explicado. Nadie replica.
Pero unas cosas llevan a otras y obviamente, la conversación siguió por caminos aledaños.
¿Porqué los días de la semana llevan esos nombres?
Sin muchos requiebros la conversación derivó hacia los días de la semana. El origen, como muchos ya sabíamos, es por los astros visibles a simple vista desde La Tierra: el sol, la luna y los 5 planetas más cercanos, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Los nombres según el cuñao se los dio no se qué monje hace un montón de años, pero eso se puede consultar en la wikipedia. Antes de que alguien lo preguntara, no obstante, nos explicó que fueron 7 días porque más o menos son los días que hay entre fase y fase lunar. En realidad la luna completa un ciclo cad 29 días y medio, pero entre cada una de las fases lo más aproximado son 7 días y en la antigüedad era una forma fácil de seguir los ciclos.
Pero en nuestra charla seguía acosándose al cuñao a que nos diera respuestas a las cuestiones realmente críticas y la siguiente fue…
¿Y porqué los días de la semana llevan ese orden?
Curioso, esto lo preguntó de nuevo Jaime, que era quien estaba preguntón. A mi nunca se me hubiera ocurrido porque el orden parece que no tiene sentido, pero no me había preocupado por ello.
Pues también tiene una rocambolesca explicación. Realmente el orden que le dieron a los astros sí fue el de cercanía a la Tierra. En aquellos años, con la Iglesia mandando y la teoría geocéntrica commo única válida, ordenaron los astros como los más lejanos a los más cercanos al centro del Universo, osea, a la Tierra. Así el orden quedó de la siguiente manera:
- Saturno
- Júpiter
- Marte
- Sol
- Venus
- Mercurio
- Luna
Y seguimos sin tener ese orden actual, pero he aquí que lo que hicieron fueron, de los 7 días de la semana que habían decidido, dividir cada uno de ellos en 24 horas y cada una de esas horas dedicarla a uno de los astros, volviendo al primero cada vez que se acababan los siete.
A ver, la primera hora del primer día se dedicó a Saturno, la segunda a Júpiter, etc, volviendo la octava a dedicarse a Saturno. Al ser judíos la semana la empezaban por el sábado, y decidieron que darían de nombre a cada día el del astro al que fuera dedicada la primera hora, y de ahí salió el orden actual de los días de la semana.
En algunos países después la semana se ha empezado por Lunes, en los anglosajones por Domingo y hay quienes han renegado de esos orígenes paganos y cambiado los nombres de los días de la semana por algo más manejable como los rusos cuyo lunes es el después del descanso del fin de semana, o nuestros vecinos portugueses con su segunda-feira, terça-feira, etc.
Curioso. Y curioso que aún siga alguien leyendo en este punto, porque por nuestra parte fue en el que dijimos a Jaime que dejara de preguntar, al cuñao que dejara de escribir y a todos que nos pusiéramos a trabajar.
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