La pasada semana, hablando de los exámenes que tienen los niños en el colegio salió el tema de lo injustos que son y que no son una medida del conocimiento tal y como se plantean en muchos casos. La mayoría de las veces para prepararse para un examen los alumnos memorizan cosas que en la vida real no tendrán que recordar, porque esa información la tendrán accesible en cualquier momento, desde cualquier lugar y en cualquier formato.
La reflexión de esta semana de Joan Boluda en su Podcast de Marketing online me ha dado pie a escribir estas líneas. Como él dice, a mi me pasaba también en la universidad, que cuando en un examen te dejaban todos los apuntes que quisieras: MIEDO. Eran realmente los exámenes más complicados pero a la vez en lo que mejor quedaban demostradas tus habilidades y conocimiento. Os dejo el Podcast, hacia el minuto 14:30 tenéis la reflexión sobre los exámenes.
Sí, yo era de ciencias, la gente de letras me dirá que en los exámenes de letras, en las oposiciones o en otros tipos de exámenes no se puede hacer así. Pues se puede, se lo tendrán que currar más los profesores y les costará más corregir y creo que ahí está el problema.
He tenido asignaturas en las que había 400 matriculados y aprobaban 2. Cuando los resultados son esos el problema no puede ser de los 400, tiene que ser del profesor. No voy a dar nombres ni pistas, pero de esta forma la carrera que estudié yo se la cargaron. El nivel del profesorado era pésimo, la aportación nula y ha pasado de 200 matriculados por año a menos de una decena. Eso dice mucho.
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